Hoy volvemos a Laciana, esa maravillosa comarca enclavada dentro del Espacio Natural del Alto Sil. Vamos a visitar dos Brañas de Rioscuro atravesando uno de los bosques más hermosos de España.
Cruce San Pelayo (Rioscuro) – Brañarronda – Bosque de los Tejos – Braña de las Murias – Regreso por La Chomba (opcional)
Distancia | 11,4 kms (ida y vuelta) |
Desnivel | 555 metros |
Dificultad | Media |
Punto más bajo | 1.045 metros |
Punto más alto | 1.617 metros |
El coche lo dejamos en un punto intermedio del trayecto por carretera que une Rioscuro con el Villar de Santiago. En el mapa que se adjunta para descargar podéis ver dicho punto. Justo aquí:
Es donde sale una pista a la derecha de la carretera según se va hacia el Villar de Santiago. En ese mismo punto hay un gran cartel que indica el comienzo de la ruta. Aunque allí la ruta propuesta es ésta. Sacada de la página web del Ayuntamiento de Villabino.
No tiene pérdida. Una vez aparcado el coche en el punto indicado comenzamos a caminar por la pista que nos llevará a Brañarronda. Es un tramo suave para ir calentando. Apto para todo el mundo. En unos 25 minutos estaremos disfrutando de Brañarronda.
Brañarronda es una de las brañas más conocidas del Alto Sil, y en especial de Laciana. Tiene muy buen acceso y además se llega a ella en poco tiempo y con poco esfuerzo. Hasta aquí 2 kilómetros. Pero eso no es lo más significativo de Brañarronda. Brañarronda es la puerta a un mundo maravilloso en el que accederemos justo pasada esta braña.
Iremos viendo una serie de cabañas y prados de la braña. No tenemos que desviarnos del camino. Seguiremos siempre por de la derecha en caso de duda. Cuando lleguemos a la cabaña de la foto siguiente, poco después hay una bifurcación. Ahí deberemos tomar el camino de la izquierda.
Tras acceder al bosque nos vamos a quedar maravillados por la belleza que en él se encierra.Hay mucho que ver, cascadas, saltos de agua y parajes que recuerdan a la selva amazónica. Veremos saltos de agua espectaculares y rincones escondidos.
Las fotos que veis está tomadas en primavera, cuando los ríos bajan caudalosos y el verdor bulle. Pero en otoño también es un espectáculo.
A pesar de tanta belleza, los saltos de agua no son más que la comparsa a los grandes y viejos seres vivos que habitan el bosque. Los protagonistas absolutos son los árboles. En especial los grandes tejos. Podremos contemplar ejemplares de gran porte. Un tejo (Taxus baccata) es un árbol que crece muy poco cada año no llegando esta cantidad a 8 centímetros. Aquí hay tejos de más 6,5 metros de diamétro y quizás más de 15 metros. Esto quiere decir que tienen más de 1.000 años de antiguedad.
Podemos ver tejos de porte semejante en:
Fijaos en la primera fotografía de la siguiente galería. A los pies del tronco del tejo está mi mochila negra. Se aprecia algo mal, pero ahí está.
Los tejos acaparan todo el protagonismo. Pero eso no debe cegarnos. Hay que fijarse en cada detalle. Hay una diversidad de árboles magnífica. Hay presencia de mostajos, capudres, robles, acebos, abedules, acebos, majuelos, etc. De todas las especies anteriores hay árboles muy grandes y singulares. Sobre todo abedules.
Mientras tanto, avanzamos por empinadas laderas sin apenas percatarnos debido a que vamos de aquí para allá contemplando árboles y saltos de agua. En la antesala de la Braña de las Murias podremos contemplar el saltos de agua muy bonitos.
En medio de este bosque está situada la Braña de las Murias. Hasta aquí 3,5 kilómetros. Tiene algunas viejas cabañas en ruina y otras «a estrenar». El paraje es precioso, en medio de aquel bosque se abre un claro par la braña desde la cual observamos un gran paisaje. Al fondo vemos uno de los picos más bonitos de Laciana: Muxivén.
Podremos regresar por el mismo itinerario. Es lo que aconsejo si no se conoce bien la zona y nuestro espíritu aventurero no es el suficiente en esa ocasión. En total sería 7 kilómetros entre la ida y la vuelta.
También es posible ganar altura progresivamente. Veremos estampas bonitas de la Braña de las Murias a nuestra espalda.
Una vez que hemos ganado algo de altura podemos acceder a la cuerda en ambos lados del valle.
Si accedemos por el lado izquierdo hay un camino que une la Braña de las Murias con Brañarronda.
Si se accede a la cuerda del lado derecho subiremos a los prados de la Chomba. Lugar que nos conduce a diversas brañas como las Brañas de Cubacho o la Braña de Vilforcos (con acceso complicado desde aquí). Desde la Chomba tendremos vistas excelentes hacia Laciana, Babia y Somiedo. Bajando por la cuerda una pista nos conducirá a través de un precioso robledal con ejemplares de gran porte hasta Brañarronda en unos 3,5 kilómetros. Desde allí seguiremos por el camino del inicio de la ruta. En total 10 kilómetros. Pero insisto, solo para los que tengan espíritu aventurero.
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Respeta cada cosa por donde pases. Que todo quede igual que antes de tu llegada.